viernes, 30 de agosto de 2013

PERIODISMO DE INVESTIGACIÓN EN MÉXICO

USA Reportera mexicana urge a periodistas de USA a investigar narcotráfico





Prensa Indígena.org.mx / Enviado por ewituri el Sáb, 07/06/2013 

(Por Alejandro Martínez/TL)


Adital, Centro Knight, 5 de julio.- Reportera mexicana Marcela Turati urge a periodistas de EE.UU. investigar redes de narcotráfico al norte de la frontera. La expositora principal de la Ceremonia de Premios IRE 2013, Marcela Turati, de Proceso, describió la situación del periodismo de investigación en México ante cientos de periodistas estadounidenses durante su discurso. 
¿Por qué la aclamada periodista mexicana Marcela Turati contó la historia de muerte y amenazas contra sus colegas durante una ceremonia para reconocer lo mejor del periodismo de investigación en Estados Unidos? Porque el problema de la corrupción y el narcotráfico en México no se detiene en la frontera, dijo, y los periodistas estadounidenses deben contar la historia también. 

Durante su discurso principal el 22 de junio en la Conferencia de Editores y Reporteros de Investigación número 34 en San Antonio, Texas, Turati, una periodista de investigación en la revista mexicana Proceso y co-fundadora de la organización Periodistas de a Pie, describió la situación de la prensa al sur de la frontera, donde docenas de periodistas han sido asesinados en los últimos 10 años.
Allá, los criminales han infiltrado las salas de redacción. Los periodistas que incomodan a los narcotraficantes son secuestrados y torturados. Turati dijo que un periodista mexicano alguna vez pidió una pistola, no para protegerse, sino para suicidarse en caso de que llegaran por él. 
Muchos periodistas en México todavía arriesgan sus vidas para contar historias pero el silencio se está esparciendo, dijo, y muchos lugares en México tienen un vacío informativo. Turati dice que los reporteros en Estados Unidos con frecuencia le preguntan cómo pueden ayudar. Más que cualquier otra cosa, les dice, los periodistas estadounidenses deben investigar a funcionarios corruptos, vendedores locales de drogas y lavadores de dinero aquí. 
"Podría recomendarles que hagan muchas cosas, pero lo que se tiene que hacer es periodismo, porque eso somos, periodistas," dijo. "¿Qué pueden hacer para ayudarnos? Un amigo mío del semanario RíoDoce me lo dijo de esta manera: 'Están aislando a los que seguimos cubriendo la violencia. No nos abandonen'. Eso mismo digo a ustedes." 
Al final de su discurso, los cientos de periodistas que atendieron la conferencia dieron una ovación de pie a Turati. 
Lea a continuación el discurso completo de Turati durante la conferencia de IRE:



DISCURSO DE MARCELA TURATI EN LA CONFERENCIA ANUAL DE INVESTIGATIVE REPORTERS AND EDITORS (IRE), DE SAN SANTONIO, TEXAS. 

Dedicado a Lise Olsen, quien se ha dedicado a capacitar y a cuidar a los periodistas de investigación mexicanos.
Buenas tardes a todos. Me siento muy honrada de hablar frente en la conferencia de IRE en un tema tan importante para todos nosotros, especialmente considerando que esta es una organización que ha practicado desde hace mucho tiempo el periodismo de investigación en la frontera, especialmente después del asesinato del co-fundador de IRE, Don Bolles, que fue asesinado por el crimen organizado en Arizona. 
Como ustedes saben, a partir de 2006 el presidente Felipe Calderón declaró la "guerra contra las drogas”, parcialmente financiada con fondos de los Estas Unidos. Nuestro país se convirtió en un campo de batalla. Sacó a las calles a militares y policías federales supuestamente para combatir narcotraficantes, encarnando una guerra irregular que dejó al menos 70 mil víctimas de homicidio, más de 20 mil personas desaparecidas. 
Son crímenes sin resolver y que por eso mismo aún no terminamos de entender. Los periodistas de muchas regiones del país quedaron atrapados en medio de los enfrentamientos. Y, por la falta de investigación por parte de las autoridades, sigue siendo difícil quiénes están verdaderamente detrás de estos crímenes. Los periodistas mexicanos nos convertimos en corresponsales de guerra en nuestra propia tierra. 

En mi caso, por ejemplo, yo era una reportera que cubría historias sobre la pobreza, que de un día a otro ya estaba cubriendo masacres de jóvenes, documentando pueblos fantasmas de los que huyó la gente después de una serie de asesinatos o programas sociales para niños huérfanos por la violencia o tenía frente a mí una fila de 30 mujeres con las fotos de sus hijos desaparecidos, que querían contarme su historia.
He dedicado mucho de mi trabajo como periodista de Proceso a indagar esos episodios y a hacer visibles a las víctimas de la guerra. A los periodistas la violencia nos encontró impreparados. De pronto estábamos ahí, avasallados, en plena confusión, en medio de una guerra que no fue como se nos dijo, contra el tráfico de drogas, sino por el control de territorios. 
Una guerra por ver quién se queda con los lugares de siembra de narcóticos y las rutas de tráfico y los puestos de venta de drogas en el país. Por ver quién controla el comercio, quién cobra los impuestos a los comerciantes, quién impone al alcalde, al próximo jefe de la policía y al director de las cárceles. En un escenario así, obviamente, es indispensable tener el control de la prensa para que nadie cuestione. Para asegurar el control de la población. 

Yo junto con otras colegas fundamos una organizaciones llamada Periodistas de a Pie, que se dedicaría a dar capacitación a periodistas que cubrimos la pobreza. Sin embargo, tuvimos que cambiar los temas para atender la emergencia.
Los talleres eran sobre cómo sobrevivir en una cobertura, cómo entender al narcotráfico, cómo entrevistar a un niño sobreviviente de una masacre, cómo encriptar información que nos ponga en riesgo o cómo limpiarnos el alma para poder seguir cubriendo sin perder la alegría de vivir. Cuando nos dimos cuenta ya éramos una central de atención de emergencias. 

Los periodistas que trabajamos en levantar esta red, a cualquier hora del día, incluso en momentos tensos del cierre de edición, hemos recibido llamadas de auxilio de compañeros de alguna zona lejana que pide ayuda desesperado porque sabe que están por ir a matarlo y busca refugio. O peticiones de apoyo psicológico para reporteros que no quieren salir a trabajar después de un evento traumático, como el incendio o el ataque a su redacción.

En esta guerra por control del territorio, hemos vivido una cacería de periodistas. A diferencia de las guerras tradicionales, en México los periodistas no mueren por un fuego cruzado, por una bala perdida, por caminar en un campo minado. En México los asesinos van por los periodistas, los sacan de sus redacciones, de sus casas, los interceptan en la calle. 

Los reporteros que deberían de mandar la nota se han convertido en la nota. En los últimos 10 años, más de 17 periodistas han sido desaparecidos y más de 72 asesinados. Los crímenes no han sido resueltos.
Una de las víctimas es Regina Martínez, la valiente periodista que señalaba la corrupción y las mafias de Veracruz, lugar de donde era corresponsal para Proceso. Hace un año fue asesinada dentro de su casa por estrangulamiento. 

El gobierno local, que es sospechoso del crimen, determinó sin pruebas creíbles que su asesinato había sido por robo y encarceló a un joven que dijo haber sido torturado para autoinculparse del crimen y que está incomunicado. Como en los demás crímenes de periodistas, las autoridades judiciales no investigaron su trabajo periodístico como causa del asesinato. Como los demás, culpó al periodista de su muerte. Puso en duda la honorabilidad del asesinado.

Días después de su asesinato y fueron cazados otros dos periodistas con otro más que recientemente había dejado la profesión por miedo.
«»Sus asesinatos surtieron efecto: sirvieron para callar al resto.- Al menos 17 periodistas huyeron de ese estado, algunos financiados por el mismo gobierno del estado para que se fueran y regresaran hasta después de las elecciones. Varios dejaron la profesión en un intento para salvar su vida. A varios de ellos los hemos encontrado cortando el pasto en Estados Unidos o realizando actos de solidaridad para sostenerse, mientras esperan el juicio para pedir asilo. 
Otros trabajando como vendedores ambulantes en las calles de la ciudad de México o en lo que pueden, intentando rehacer su vida. Asustados, sin dinero, con la vida rota. La situación tiene sus matices en cada región de México. En algunas zonas los narcotraficantes dejan videos o mantas y llaman a los periodistas para que las publiquen. 

En otras la advertencia siempre va acompañada de golpizas y los periodistas que publican información que molesta a un grupo son secuestrados temporalmente, torturados y marcados en la piel, como advertencia a que no tendrán otra oportunidad. En otras son citados a conferencias de prensa donde los capos de la zona les dictan la línea editorial, y la información que deben cubrir y la que deben ignorar.
Generalmente asignan a un periodista para que de las instrucciones a los, los vigile y les pague un salario. Las redacciones también han sido infiltradas por ellos. Quien quiere rehusarse tiene que cambiar de oficio o empezar su vida en otra parte. En lugares como el DF se reciben visitas de los llamados "narcoabogados” que indican la información que molestó a su cliente. 

En esta disputa por el territorio, los medios de comunicación son blanco de ataques: reciben llamadas intimidatorias, explosiones de granadas o sus fachadas rafagueadas con armas de alto poder. Se han dado casos que los empleados (no siempre periodistas) son tomados de rehenes para obligar a que se publique algo a favor de un grupo en disputa, y algunas redacciones han sido incendiadas cuando los periodistas estaban adentro escribiendo.
Algunos estados del país se han convertido en zonas de silencio, y estamos viendo cómo el silencio se extiende. Cómo vamos perdiendo el pulso y la señal de algunas zonas que ya son territorio vedados para todos, que las que no sabemos información tan básica como cuántas personas son asesinadas cada día. 

Sólo cada tanto, cuando ocurre una masacre lo suficientemente espectacular como para no poder ser ocultada –como la de los 72 migrantes--, o un pueblo entero huye a otro lugar, podemos colar la nariz y asomarnos a mirar los efectos de la información que se oculta. Uno de esos lugares está sólo a 265 kilómetros de aquí, a menos de tres horas de viaje en carretera, del otro lado de la frontera, donde la información ha sido silenciada.

Lugares como Tamaulipas donde ocurren episodios espeluznantes que podría escribir cualquier corresponsal de cualquier guerra. Podría escribir por ejemplo que durante meses, sino es que años, los pasajeros de los camiones públicos eran bajados en un sitio, ahí mismo reclutados a la fuerza, tomados como esclavos o asesinados y enterrados.

A las terminales de camiones llegaban las maletas, no los pasajeros. Ocurrió muchas veces. Nadie dijo nada hasta que se descubrieron fosas con casi 200 cadáveres. En lugares como ese y en varias partes de la franja fronteriza, gente "desaparece” en la carretera, con todo y su automóvil o su camión. Personas que van en su camino a McAllen o a Laredo, para ir de shopping o de paseo. Algunos eran americanos visitando a sus parientes en México.
Recuerdo cuando fui a Matamoros, frontera con Brownsville, a cubrir el hallazgo de la fosa con casi 200 cadáveres. Se decía que había miles, pero no se siguió excavando. A ese lugar llegaron cientos de familias de todo el país, ansiosas, porque buscaban a un hijo que se les había desaparecido. Cuando una mujer que estaba en el lugar esperando a ver si alguno de esos cadáveres era el de su hijo, supo que yo era periodista comenzó a reclamar, furiosa. 
--Periodistas ¿ya para qué vienen? Llevábamos meses diciendo que en esas carreteras se perdía gente, pero nadie nos hizo caso. Parecía que hablábamos desde abajo del mar. 
Su frase, hablando desde abajo del mar, sintetiza perfecto esa situación que se vive en esa zona perdida. Donde Dallas Morning News documentó que había ocho periodistas desaparecidos, información que los propios mexicanos ignorábamos. Y donde existen campos de entrenamiento para futuros sicarios, algunos de ellos adolescentes de Laredo, Texas, que desertaron de la highschool para llegar a ser asesinos del lado mexicano. 

En esa tierra llena de fosas clandestinas, sembrada de cadáveres, ciudadanos son asesinados todos los días, pero sólo sabemos de los famosos, de los alcaldes o el candidato que iba a convertirse en gobernador. Hasta el cruce fronterizo es controlado por los narcotraficantes, que secuestran a quien no paga y deciden quién pasa y quién muere.
Muchos periodistas locales intentaron decirlo hasta que fueron silenciados. De la manera que pueden siguen intentando. Algunos viven con una pistola recargada sobre su cabeza, otros tuvieron que refugiarse, sólo con la llave de su casa en la bolsa, para empezar de nuevo en otro lugar. Hasta que los agarró la noche. Lo mucho o poco que pueden hacer depende de dónde viven. 

Recuerdo mucho una nota de un periódico sobre casas habitadas únicamente por perros, en colonias abandonadas, que aunque no explicaba la causa del abandono era una forma de decir lo indecible. Los ciudadanos, en esfuerzos desesperados, han intentado tomar el papel de los periodistas. Recuerdo aquel video filmado por una ciudadana anónima que salió a la calle para grabar con su celular los destrozos de la batalla de la noche anterior y las balaceras que las autoridades negaban.

Usan redes sociales o crean blogs, como El Valor por Tamaulipas, donde se reciben reportes ciudadanos de los enfrentamientos armados que los medios de comunicación tienen prohibido cubrir. Aunque esos sitios de noticias no duran mucho. Los cárteles de la droga ponen precio a la cabeza de sus administradores. El gobierno también está interesado en acabar esa fuente de información que contrarresta la publicidad oficial que indica que no pasa nada.
Conozco a un periodista que entró a Tamaulipas a reportear y estando en la plaza principal, frente al palacio de gobierno, fue rodeado por un convoy de camionetas que llevaba en sus placas la insignia del cártel al que pertenecía. El y el camarógrafo fueron secuestrados, torturados, advertidos de que no siguiera preguntando. 

En ese lugar la tierra se tragó al freelance Zanne Plemmons de San Antonio, que salió del hotel donde se hospedaba en Tamaulipas para tomar unas fotografías y no regresó jamás. Desconocía que ese es un lugar prohibido para ir a reportear.

Otra reportera que administraba un blog aparentemente ciudadano que informaba por dónde no transitar para evadir balaceras y así como denuncias ciudadanos fue decapitada y junto a su cuerpo se encontró un mensaje contra quienes usan redes sociales. ¿Cómo puede decirse que el periodismo es posible en una zona así?

La violencia ha alcanzado a la ciudad de México. Un ejemplo es la revista para la cual trabajo, Proceso, fundada hace casi cuatro décadas y aún considerada líder en investigaciones sobre corrupción y crimen organizado. Proceso es uno de los medios que más agresiones ha sufrido.
No sólo el asesinato de Regina Martínez, también cuatro periodistas han tenido que ser desplazados forzosamente --unos afuera del país, otros reubicados de una ciudad a otra. Sólo esta año, cuatro han sido amenazados y varios han tenido que recurrir al mecanismo gubernamental de protección recién creado, que estamos probando a ver si funciona. 

No es un caso único, existen otras más golpeadas como Notiver, en Veracruz, que cuenta con cuatro periodistas asesinados y uno exiliado. Ante esta situación varios periodistas, sin saber cómo, de pronto nos convertimos también en defensoras de derechos humanos.

Hemos convocado a marchas para exigir que cese la impunidad y se haga justicia a nuestros colegas, subastas y colectas en apoyo a periodistas refugiados y desplazados o informes sobre la situación de censura en zonas como Veracruz. También apoyamos a pequeñas redes de periodistas locales para que se fortalezcan, se organicen y creen sus propios protocolos para enfrentar emergencias.

No estamos de acuerdo en que la única solución para atender las emergencias –por parte del gobierno y de algunas organizaciones internacionales—sea sacar a los periodistas de su lugar de origen. Porque de esa manera los silenciadores ganan la partida. Nuestra batalla actual no es sólo por la libertad de expresión, es por el derecho de la gente a estar informada.

En un panorama como este el periodismo de investigación ha sucumbido. Los periodistas no somos más el perro guardián de la democracia, como nos solíamos definir. En muchas regiones ese perro está encadenado, amordazado, no tiene permiso de ladrar. Es un perro golpeado, "levantado” y "tableado” para que aprenda a no ladrar cuando viene el enemigo.

Es un perro domesticado por gobernantes que le compraron su silencio. Es un perro forzado a cerrar los ojos ante los ilícitos y voltear a otra parte. Pocos son los perros bravos que siguen peleando para defender a los dueños de la casa que cuida y que luchan para que no les pongan encima la cadena. Porque hay esfuerzos aislados, individuales, de verdaderos héroes que se juegan la vida con cada nota.

Claro que no todos los lugares son extremos y de muerte. Pero la muerte va ganando territorio. El silenciamiento se va extendiendo no sólo a punta de balazos, también con métodos más sofisticados como las amenazas de los políticos al encarcelamiento al periodista que escribió una nota que no gustó. Mediante la compra de publicidad gubernamental en los medios para controlar su contenido, a manera de castigo o recompensa. O la compra directa de los propietarios o directores.

El presidente recién electo ha insistido en "hablar bien” de México. En este momento políticos y crimen organizado tienen un mismo objetivo: que no se caliente la plaza. Que la violencia no salga en los medios para dar la impresión de que lo que ocurre son hechos aislados. Los asesinatos o desapariciones de periodistas no son casuales.

Los blancos algunas veces son reporteros incisivos que aparentemente han sido seleccionados para mandar un mensaje poderoso y silenciarlos no sólo a ellos, sino a los demás a través de ellos. Ramón Ángeles Zalpa denunciaba la extracción de recursos naturales, de mineras y tala bosques del crimen organizado en Michoacán, su tierra. No volvió a ser visto jamás.
María Esther Aguilar Casimbe, también en Michoacán, publicó la nota de un alcalde narcotraficante, la historia de un policía torturador y el decomiso de un cargamento. Cualquiera de las tres pudo ser causa de su desaparición. Alfredo Jiménez Mota, el que inauguró la lista de desapariciones, era un joven valiente, que investigaba a un capo local. Salió a una entrevista, no se le vio más. 

En 1976 la IRE hizo un enorme esfuerzo para shed light en el asesinato de Bolles por traficantes. Ustedes no se sentían capaces de vivir con este asesinato encima e hicieron un gran esfuerzo para investigar porque él era uno de los suyos. En el otro lado de la frontera los periodistas están muriendo como moscas.
Algunos eran jóvenes que soñaron con ser periodistas de investigación, otros eran periodistas especializados que murieron investigando historias. Mañana puede ser el reportero que un día les dio información cuando acudieron a cubrir algo y necesitaban un guía local. Puede ser cualquiera. 
Uno de ellos, Armando Rodríguez, "El Choco”, fue un miembro del proyecto IRE-México y habló en sus conferencias. Él era el reportero que para El Diario de Juárez tomaba el pulso de la ciudad y los asesinatos diarios. Fue asesinado cuando llevaba a su hija a la escuela. 
Ellos y ellas son sus colegas, nuestros colegas, miembros de la familia de reporteros de investigación. Por eso les digo que no nos ignoren. Este problema y esta técnicas que mencioné no se detienen en la frontera. En un taller de IRE supe por reporteros de Laredo y McAllen, Texas, que ellos también reciben amenazas y la prohibición de cruzar la frontera. El corresponsal Alfredo Corchado fue amenazado adentro de un bar en Texas. 
Reconozco que algunos periodistas estadounidenses han hecho grandes esfuerzos por hacer una buena cobertura. Algunos de ustedes seguramente viajaron a Ciudad Juárez, casi todos los diarios del mundo tuvieron a alguien ahí, e hicieron una cobertura magnífica. Hay asuntos que se descubrieron gracias a la cobertura de periodistas de investigación americanos o sus corresponsales, como la operación "Rápido y Furioso”, que tanto nos indigna. 

O la revelación de la existencia de bases de datos con hasta 25 mil nombres de personas desaparecidas el sexenio anterior. Pero conforme pasa el tiempo tanta muerte, tanta masacre, tanta fosa, tanto cuerpo, tanto desaparecido deja de ser noticia.
Como la periodista Lise Olsen escribió en un libro próximo a salir que menciona que por razones económicas y por la violencia, los medios de comunicación han despedido a muchos reporteros que cubren la frontera, algunos de ellos con experiencia y buena información, o eliminado sus corresponsalías. 

Ha sido el caso de medios fronterizos tan importantes como TheSan Diego Union, Los Angeles Times, The Arizona Republic,Dallas Morning News, Houston Chronicle y Express-News. En algunos casos no permiten a sus reporteros cruzar la frontera. Y medios mexicanos y estadounidenses cubren menos la relación bilateral.

«»En varios foros de periodismo la gente nos pregunta: cómo podemos ayudarlos.- Podríamos decir que con colectas, que brindando asilo, que concientizando sobre la situación, pero lo que pedimos es que hagan acá su trabajo. Pero lo que necesitamos de los miembros de IRE es que hagan si trabajo en su país. Que investiguen las redes de tráfico en su país. Que compartan este problema que es mutuo.

No es sólo el tráfico de armas que matan en nuestro país. Es investigar la política estadounidense hacia México y a los funcionarios estadounidenses corruptos, a los vendedores de drogas y pandillas locales, los lavadores de dinero y los empresarios que hacen negocio con el dinero sucio. Los líderes de cárteles y sicarios que también son ciudadanos americanos, los que viven o tienen propiedades aquí.

No pedimos nada que no les competa. Como amigos que somos, necesitamos ver que ustedes encaran el problema como propio. Que se pregunten quién es mi vecino. Quién realmente controla los estados vecinos. Porque compartimos 3 mil kilómetros de frontera. Porque, ustedes lo han reportado, los cárteles mexicanos tienen presencia en más de 200 ciudades, y el número sigue aumentando.

También pueden empujar a sus propios medios a que cubran historias sobre cómo la política mexicana ha costado vidas o forzado a periodistas y a otras muchas personas al exilio. Muchos de esos obligados a desplazarse están aquí, en Texas, y están anotados en la lista, siempre creciente, de los buscadores de asilo.
Me hubiera gustado venir aquí a hablarles de otro panorama. Decirles cómo fructificaron los cursos que IRE (con Lise Olsen a la cabeza) organizó en los 90 en la ciudad de México y en los dos encuentros binacionales en Tijuana y Ciudad Juárez. O lo empoderadas que están las redacciones que durante esos años invirtieron en capacitación a su gente. 
¿Qué más queda si rafaguean tres veces a un diario como El Siglo de Torreón, aun cuando cuenta con protección federal? ¿O si te matan editores y te avientan una granada que hiere a periodistas a un diario como El Mañana, en Tamaulipas? 

¿Qué niveles de violencia vivió El Diario de Juárez, con dos reporteros asesinados, para escribir una editorial que pregunta a los capos de la droga que controlan la ciudad cuáles son sus reglas, evidenciando que no es el gobierno federal el que controla la ciudad fronteriza más grande?
El combate por controlar la información se libra en este mismo momento. Y vemos también que no todo está perdido, que se están haciendo esfuerzos importantes de valentía. El semanario Zeta, de Tijuana, por ejemplo, mensualmente nos indica las cifras correctas de asesinados cuando la información oficial no es creíble. O RíoDocereporta desde el estado donde nacieron la mayoría de los capos de la droga y tienen a sus familias. 

Ha habido también esfuerzos de periodistas fronterizos que han abierto portales de noticias desde el lado texano, bajo otro nombre, para publicar sin ser detectados las notas donde no pueden. O esfuerzos de editores que se pusieron de acuerdo en publicar una misma nota cuando presionan a alguien del grupo. O colaboración entre reporteros y corresponsales extranjeros, para que la información prohibida en México se divulgue desde otro país.

Conozco a varios que están escribiendo a escondidas un libro, esperando que las condiciones cambien y puedan publicarlo. También hemos creado nuestras propias redes, como la que les he contado, para crear condiciones de autocuidado y protección al ver que estamos entre varios fuegos: el de las empresas que no responden por sus reporteros, el del gobierno, el del crimen organizado.
Llevo en el alma atorada una historia que me contó un reportero. La repito mucho, quizás ya lo escucharon, pero no puedo dejar de repetirla. Una noche recibió una llamada en la que le avisaban que un escuadrón de hombres armados había sacado de su casa al colega y amigo con el que él cubría información policiaca. El se levantó de la casa, se vistió, se despidió de su esposa, besó a sus hijos y se sentó en la sala a esperar a que fueran por él. Esa fue la noche más larga de su vida. 
-¿Por qué no huiste?, le pregunté sorprendida. 

-¿A dónde podía correr?, respondió. Mi único deseo era que no entraran a mi casa y me atraparan frente a mi familia. No quería que mi familia se quedara con esa imagen.
Él sobrevivió y puede contarlo, pero su amigo apareció al siguiente día, muerto, tirado en la calle, como si fuera basura. En la ciudad donde vive, los policías son los narcos. 
Tengo otra que no olvido. Me la contó una colega que atendió un llamado de periodistas de Veracruz en crisis, quien le preguntó a uno del grupo en qué podíamos ayudarlo. El le dijo: Tráeme una pistola. 

Ella quedó estupefacta. ¿Una pistola?
-Sí, no es para matarlos a ellos, es para matarme por si vienen por mí, porque ya no sólo matan, ahora torturan. 

Cuando pienso en estas historias me pregunto cuántos periodistas estarán sintiendo esa misma soledad cada noche, sin saber a quien llamar, resignados al hecho de que ser asesinado es un riesgo laboral.
Entonces, la pregunta del qué podemos hacer toma sentido distinto. Pueden hacer muchas cosas. Podría recomendarles que hagan muchas cosas, pero lo que se tiene que hacer periodismo, porque eso somos, periodistas. 
Necesitamos desnudar el negocio, las redes de tráfico de armas y de droga, las autoridades corruptas, dar seguimiento en los juicios para develar las piezas del rompecabezas de donde quedaron las personas desaparecidas, qué gobernador financió su campaña con dinero del narcotráfico. Seguir el narco-dinero. Esa información está aquí. 

¿Qué pueden hacer para ayudarnos? Un amigo mío del semanario RíoDoce me lo dijo de esta manera: "Están aislando a los que seguimos cubriendo la violencia. No nos abandonen”. Eso mismo digo a ustedes.
Como el periodista polaco Ryszard Kapuscinski escribió un día: En la lucha contra el silencio, la vida humana está en juego. 

Gracias.



*** Mis agradecimientos a Alma Delia Fuentes, Daniela Pastrana, Elia Baltazar, John Gibler, Mike O’Connor, Tracy Wilkinson, Alfredo Corchado, Lise Olsen, Javier Garza, Margarita Torres, Sandra Rodríguez, Gerardo Albarrán, Alejandra Xanic y Jorge Luis Sierra por su retroalimentación como colegas y amigos, por brindarme artículos, consejos, ideas o compartir conmigo sus experiencias, y que fueron material prima e insumo para escribir estas palabras.


En el siguiente video, la ganadora del Premio Pulitzer Alejandra Xanic von Bertrab habla sobre por qué ahora es el momento para aprender a utilizar las leyes de transparencia en México. Entrevista: Alejandro Martínez. Edición de video: Daniel Guerra. 
Cuando Alejandra Xanic von Bertrab recibió el Premio Pulitzer 2013 al periodismo investigativo, la periodista consolidó su lugar como una de las principales expertas en el uso de las leyes de transparencia y acceso a la información de México. 
Y en una entrevista con el Centro Knight para el Periodismo en las Américas durante la 34° conferencia de Reporteros y Editores Investigativos la semana pasada, en la que von Bertrab y David Barstow del New York Times recibieron el premio 2012 en la categoría de medio impreso/online grande, la periodista mexicana recomendó a sus colegas mexicanos tomar ventaja ahora de este tipo de leyes. 

"Es una puerta que se abrió después de muchos años de estar cerrada", dijo. "Es una puerta que se puede volver a cerrar".

Von Bertrab y Barstow recibieron el Pulitzer por sus reportajes sobre corrupción y sobornos sistemáticos en Walmart de México. Tras la publicación de las notas, autoridades mexicanas y estadounidenses lanzaron investigaciones y la compañía ha ampliamente criticada por sus prácticas empresariales.
Von Bertrab pasó 18 meses juntando información para las notas, un proceso que describió como "terriblemente aburrido". En total, ella llenó 800 peticiones de información y realizó 200 entrevistas con funcionarios federales, estatales y locales. El uso de estas leyes no es algo que aprendió de la noche a la mañana. Le tomó varios años realmente entender cómo utilizar estas herramientas en sus investigaciones, dijo. 
"Yo vengo de la generación del 'no' donde todo es confidencial", dijo von Bertrab, una periodista con 20 años de experiencia. "Yo aprendí a ser reportera sabiendo que todo documento era reservado". 
La también ganadora del Premio Nacional de Periodismo en México comenzó su carrera en la ciudad de Guadalajara, cubriendo temas como el tráfico de drogas, asesinatos políticos y derechos humanos. Además de sus colaboraciones con el New York Times, von Bertrab ha escrito para varias publicaciones mexicanas. 
El trabajo es arduo pero von Bertrab dijo que los periodistas en México pueden entender mejor a sus instituciones si le dedican tiempo a aprender sobre las leyes de transparencia y excavar información con ellas. 

"No sé muy bien en este momento que vamos hacer cómo reporteros para asegurar que estas puertas siguen abiertas pero por el momento hay que aprovechar que están ahí", dijo. "Espero que contagie a otros periodistas y también ciudadanos a utilizar esta herramienta cómo una manera participar e intervenir en las decisiones".

http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?boletim=1&lang=ES&cod=76199

miércoles, 21 de agosto de 2013

SUMATE VOS TAMBIÉN!

INVITACIÓN A RECIBIR NOTAS DE NUESTRO OBSERVATORIO



Estimados colegas, desde el Observatorio Comunicacional de nuestro Programa de Extensión “Por una nueva economía, humana y sustentable” venimos trabajando con una preocupación central: aspiramos a vivir en una sociedad donde tenga plena vigencia el conjunto de los derechos de la comunicación. Sabemos que se trata de derechos humanos fundamentales, cuyo cumplimiento contribuyen al logro de una democracia con mayor participación y compromiso de todos.

En ese camino, desde la constitución de este espacio, contamos con la colaboración de estudiantes y docentes de nuestra facultad, de graduados de Comunicación Social, de periodistas, medios y ciudadanos que se interesan en esta problemática. Además, hemos participado de campañas, eventos y numerosas iniciativas relacionadas con los medios de comunicación y con las políticas comunicacionales. Eso se puede ver en la página que el Observatorio Comunicacional tiene en el sitio de nuestro Programa de Extensión, en el link: http://www.porunanuevaeconomia.com.ar/observatorio/index.htm

Hace algunos años agregamos a esa página el blog del Observatorio Comunicacional, para darle más agilidad a la difusión de información, y asociado a dicho blog también creamos el Facebook del mismo, donde anunciamos diversas actividades y la actualización de las notas del blog. Se ingresa en este link:  http://observatorio-comunicacional.blogspot.com/

El motivo de esta invitación es para que visiten el blog y en caso de que tengan interés en recibir por mail los artículos que difundimos por esa vía, se anoten en el mismo blog para tenerlos en sus correos.

Cordiales saludos
Luis Lafferriere

OBSERVATORIO COMUNICACIONAL 
PROYECTO EXTENSION 
POR UNA NUEVA ECONOMIA
UNIVERSIDAD NACIONAL DE ENTRE RÍOS

miércoles, 14 de agosto de 2013

ESCUCHAR LA VOZ DE LOS SILENCIADOS

Es interesante escuchar la voz de los que no tiene voz, que el gobierno nacional se ocupa de impedir su libre expresión…


Reclamos de la Red Nacional de Medios Alternativos








El viernes 28 de junio se realizó en la ciudad de Tandil la tercera audiencia de la Defensoría del Público de Comunicación Audiovisual, instancia creada por la nueva ley de medios con el objetivo de que oyentes y televidentes puedan presentar sus consultas, reclamos y denuncias respecto a la aplicación de la norma. La Red Nacional de Medios Alternativos llevó sus reclamos y sus denuncias.




(Red Eco Alternativo-integrante de la RNMA/ 5-7-2013) Buenos Aires – Más de cuarenta expositores tomaron la palabra durante esta audiencia, abierta y de libre participación, que convocó a toda la provincia de Buenos Aires y CapitalFederal.

Es la tercera de otras dos realizadas: una para la región del NEA (Misiones, Chaco, Formosa y Corrientes) y otra en el NOA (La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Jujuy, Salta y Tucumán). La próxima será el 30 de agosto en Villa María, Córdoba, y se prevén dos más antes de terminar este año, en Mendoza y en Bariloche.

En el listado de situaciones que prevé la Defensoría para reclamar hay dos que se relacionan con el tema del acceso a la información y al espectro: “Cuando creas que se limita la libertad de expresión y el acceso a la información pública y a la comunicación plural (...). Si pertenecés a una organización social con un proyecto de radio o televisión comunitarias pero no podés acceder a una frecuencia”.



La Red Nacional de Medios Alternativos participó llevando sus reclamos con relación a uno de los puntos del temario: El acceso al espectro de todos los sectores contemplados por la ley. (1)


La RNMA centró sus reclamos en los siguientes puntos:



1. La falta de reconocimiento del sector de medios comunitarios alternativos y populares, como actores diferenciados dentro de las entidades Sin Fines de Lucro.


2. La falta de publicación de los datos de los censos realizados durante 2009/2010 que arrojan datos de quiénes, cuántos y de dónde son los medios audiovisuales que están pidiendo reconocimiento legal.


3. La falta de cumplimiento de la ley en cuanto a la elaboración del Plan Técnico previo a la entrega de licencias, de autorizaciones y de llamados a concursos, tal como exige la norma.


4. La falta de garantías respecto a que, sin la elaboración del plan técnico, se esté respetando la reserva del 33 % del espectro para las entidades sin fines de lucro y por ende se estén entregando licencias en forma discrecional.
5. La falta de información sobre el monto y el destino que le ha dado la AFSCA al 10 % de los fondos que provienen del gravamen que recauda el organismo. Según la ley de medios, ese dinero debe destinarse al desarrollo de proyectos especiales de comunicación audiovisual y servicios de comunicación audiovisual de medios comunitarios, de frontera y pueblos originarios (art. 97)




Denuncia de Interferencias














La RNMA denunció además las situaciones de interferencias que medios de la organización tienen en la actualidad (FM La Caterva 97.3 en el barrio porteño de Barracas, FM La Quinta Pata 93.3 en la ciudad de Córdoba) y que tuvieron desde la sanción de la nueva ley (Giramundo TV de Mendoza, Radio La Negra de El Bolsón, Radio La Voz del Algarrobo en Catamarca). Pidió que la Defensoría intervenga para que se dé una solución inmediata a estas situaciones y recalcó que no son casos aislados.










Lo cierto es que la falta de aplicación de la ley  por parte de AFSCA genera una especie de “ley de la selva” en la que los medios comunitarios, alternativos y populares son sacados del aire por medios comerciales (interferencias de La Caterva en Buenos Aires y Giramundo TV en Mendoza), intereses extranjeros (interferencias en Radio La Voz del Algarrobo de Catamarca y Radio La Negra de El Bolsón) o fundaciones con vinculaciones políticas con el poder (interferencia a Radio Quinta Pata de Córdoba). (2)








La RNMA remarcó finalmente su posición frente a lo que se conoce como 7D retomando lo dicho en su documento público: Antes y Después del 7D Somos Comunicación (3). En ese texto afirmaba que Democratizar es mucho más que Desinvertir. Y que para avanzar en la democratización de la comunicación no alcanza con multiplicar las voces sino que hay que multiplicar los discursos. Afirmó que el 7D representa una disputa entre el gobierno y el grupo Clarín y que no es argumento válido para la no aplicación de la ley sancionada hace casi cuatro años. Y aseguró que los medios comunitarios, alternativos y populares, no serán “beneficiarios” de la desinversión porque la misma significa reparto entre privados de las licencias, en muchos casos, entre familiares y amigos.

Somos Comunitarios y no sólo Sin fines de lucro



Uno de los reclamos que la RNMA sostiene desde que se lanzó el anteproyecto de Ley en el 2009 - y que presentó en todos los foros y espacios de debates que circularon por el país - es que la ley no contempla al sector de los medios comunitarios, alternativos y populares, como actores diferenciados del resto, quedando incluidos dentro de lo que define como Sin fines de Lucro.

Así la norma pone a los comunitarios en igualdad de condiciones con otras Sin fines de lucro, por ejemplo asociaciones como la AFA y la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, o fundaciones con poder económico y político del que nada tienen que ver con la lógica de estos medios.

La falta de reconocimiento a la existencia de estos medios hace que, al momento de establecer obligaciones, se les exija lo mismo que a cualquier Sin fin de lucro: idénticos pliegos para los concursos, los mismos trámites burocráticos, costosas verificaciones técnicas para los equipos, locutores y operadores matriculados, pago a gestoras de derechos, pago de tributos y formas jurídicas que en muchos casos no se condicen con la manera que tienen estos medios para organizarse. Además los coloca en el mismo espacio de disputa del espectro, ese 33% que reserva la ley en su artículo 89, para las Sin fines de lucro.




Sin embargo, tal como lo sostiene la RNMA, los medios comunitarios, alternativos y populares son proyectos que se piensan, se desarrollan y crecen colectivamente con la comunidad geográfica y de intereses. Que se definen desde sus prácticas colectivas, desde sus relaciones con la comunidad y desde la existencia de un proyecto comunicacional por y para la organización popular, donde la voz la ponen los protagonistas de las noticias. 
Por eso durante la audiencia de la Defensoría, la RNMA llevó los reclamos que comparte con otros medios comunitarios, alternativos y populares en el espacio 365D (www.365D.org

Sobre el Plan Técnico y la reserva del 33%














La ley establece que antes de entregar licencias y llamar a concursos hay que armar el Plan Técnico (art 32, 88,89, 156). Sin embargo se han entregado más de 800 licencias y autorizaciones sin que esté aun elaborado. 
Por lo tanto, no se sabe cuál es el espectro total, cuánto está ocupado, por quiénes, dónde, cómo, y cuánto está disponible. Tampoco si se reserva realmente el 33% sobre el total de dicho espectro cuando se entregan licencias o se abren concursos. 

La AFSCA ha reconocido en diversas conversaciones con medios del sector que el Plan Técnico va a tardar en armarse y que llevará su tiempo. Ante esto, varios de los medios comunitarios, alternativos y populares, piden que se les adjudiquen licencias en forma directa (en el marco de la Resolución 753/06 ex Comfer). (4)

Desde la RNMA se viene pidiendo al organismo una resolución que implemente el reconocimiento a la existencia de cada medio del sector, a la frecuencia que ocupa, a la potencia con la cual sale al aire y que reconozca los proyectos comunicacionales desde su origen. Esto, mas allá de las adjudicaciones directas que prevé el artículo 49 para medios de muy baja potencia en zonas de no conflicto.
Durante la audiencia, la RNMA aportó datos para dar una idea de las licencias que la AFSCA entregó desde la sanción de la ley, sin cumplir con la obligación de elaborar el plan técnico: 814 nuevas licencias y autorizaciones para radio, televisión abierta y cable, de las cuales 641 fueron licencias para el sector privado (78,7 %), 173 autorizaciones para el sector público estatal y no estatal (21,3 por ciento). 

Pero lo que resaltó es que de las 641 licencias al sector privado solo 74 fueron para entidades privadas sin fines de lucro (44 de televisión por cable para cooperativas de servicio público y 30 licencias de FM para asociaciones civiles, fundaciones y bibliotecas populares).
“Si tomamos solo las 614 entregadas al sector privado, las 74 que fueron para las Sin fines de lucro representan solo 12%. Y estamos hablando de Sin fines de lucro y no de comunitarias, así que esos porcentajes son aun menores para nuestros medios. Nos preguntamos ¿donde está entonces la reserva del 33%?”, dijo.


¿Dónde está el 10%?
















Más allá del debate abierto acerca de cómo debe entenderse la “sustentabilidad” para los medios del sector y con qué parámetros debe medir la AFSCA si un medio comunitario es o no sustentable en el tiempo, la RNMA planteó en la audiencia que es imprescindible saber qué pasó con los fondos recaudados que la ley de medios determina sean destinados a proyectos especiales de comunicación audiovisual y servicios de comunicación audiovisual de medios comunitarios, de frontera y pueblos originarios (artículo 97).

“Cuando asumió la nueva gestión de la AFSCA (con Martín Sabbatella como presidente del Directorio del organismo) nos dijeron que no tenían idea de lo que había pasado con la recaudación que hace la AFIP del gravamen previsto en la nueva Ley de medios. Y ahora, a 6 meses nos dicen que ese fondo se está usando para el armado de la nueva estructura de la AFSCA. Exigimos que se blanqueen cuántos son los fondos recaudados desde la sanción de la nueva Ley (fácilmente calculable a través de la AFIP) y que se implemente de manera transparente la entrega del 10% para que no sea discrecional ni tampoco responda a la mayor o menor afinidad que se tenga con el gobierno”, pidieron a la Defensoría.

Respecto a los fondos provenientes de la publicidad oficial, uno de los participantes propuso que se elabore un registro nacional de medios comunitarios, alternativos y populares y que se destine al desarrollo y promoción de los medios incluidos en ese registro, el 33% del total de la pauta publicitaria nacional. Avanzar en cada zona con la implementación de este tipo de registros tiene antecedentes. Hay lugares donde ya están funcionando algunos con características similares, como en la Ciudad de Buenos Aires.

En el objetivo de democratizar la comunicación es imprescindible que la publicidad oficial no sea utilizada como premio o castigo con cualquier gobierno de turno. Hay pautas establecidas para ello desde la Relatoría de la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.












La audiencia contó con la presencia de medios comunitarios, alternativos y populares de las tres redes que están organizadas a nivel nacional: AMARC, FARCO y RNMA. El reclamo común, con matices, fue en torno a la reserva del 33%. FARCO, en la voz de su presidenta, hizo hincapié en que la responsabilidad de ocupar ese porcentaje es de los medios comunitarios y para ello deben avanzar en formalizarse y en tener una estructura sostenible: medios más fuertes y con más recursos, donde el Estado es uno de los actores para acompañar a estos medios al menos en la etapa inicial.



Para FM La Tribu, integrante de AMARC, ese 33% es de desarrollo potencial. Por otra parte, en coincidencia con la RNMA planteó que es necesario que se reconozcan las características de los medios comunitarios, alternativos y populares más allá de las Sin fines de lucro, leyendo la definición que AMARC hace de estos medios. Levantó además los reclamos del 365D y preguntó qué se le va a pedir a estos medios para acceder al 10% para que lo reciban quienes más lo necesitan.

Mirando hacia atrás, cuando la RNMA salió con su primer documento marcando las objeciones al anteproyecto que luego se convirtió en Ley, fue criticada duramente por varios sectores, incluso de medios comunitarios, que le cuestionaban “hacerle el juego a Clarín” o “hacerle el juego al Gobierno”. Cuatro años marcan que la posición tomada por la RNMA fue la correcta, al igual que su mirada sobre el 7D. Hoy los medios de la RNMA pueden encontrarse con medios de otras redes comunitarias compartiendo gran parte de aquellos reclamos.


(1) AUDIO Intervenciones de la RNMA

(2) Documento RNMA Interferencias a Radios Comunitarias

(3) Documento RNMA Antes y Después del 7D, Somos Comunicación

(4) Documento aprobado por la Asamblea anual 2013 de FARCO