domingo, 14 de junio de 2015

Continúa la discriminación K según quién se vea afectado

En varias ocasiones nos hemos referido a la conducta oficial en materia de comunicación y medios, por su clara tendencia a desinformar y discriminar contra los que tienen una mirada crítica hacia la gestión gubernamental, lo que constituye una violación a la libre expresión de los pueblos y al libre ejercicio del periodismo.

Es notorio también que cualquier opinión que se vierta en contra del poder político se convierte en una amenaza para el oficialismo y por lo tanto en un blanco de ataque, ya sea de manera abierta o embozada. En tales casos, el kirchnerismo oculta y calla tales ataques, dejando entrever peligrosamente que este gobierno no sólo no defiende a los periodistas agredidos sino que deja la duda sobre la autoría de los agresores.

No obstante, cuando el agredido es algún periodista mercenario que opera de manera hipócrita a favor del kirchnerismo, saltan inmediatamente las voces oficialistas para condenar esos hechos. Parece que el relato fantástico del autodenominado “gobierno nacional y popular” sólo reconoce una partecita de la realidad, pero niega la parte mayor que desmiente el falso relato.

Más abajo una nota donde se evidencia el doble criterio para condenar las agresiones a periodistas, según qué camiseta usen los mismos.

El kirchnerismo bloqueó repudios a agresiones contra periodistas

LPO Rechazó la propuesta que incluía a Víctor Hugo porque también estaban los casos de Ignacio Fidanza y Juan Pablo Suárez.




 Juan Carlos Casas /  29.04.2015



Fidanza y Suárez exponen las agresiones que sufrieron ante la comisión.

El Gobierno demostró ayer que considera que sólo algunos periodistas no deben ser agredidos: sus diputados evitaron repudiar el escrache sufrido por el director de LPO Ignacio Fidanza y el santiagueño Juan Pablo Suárez, pero intentaron aprobar un proyecto similar para solidarizarse con Víctor Hugo Morales, por la agresión que sufrió mientras hacía una cobertura periodística.

Fue en la reunión de la Comisión de Libertad de Expresión, cuando Laura Alonso, del PRO, solicitó tratar todos los proyectos pendientes para repudiar agresiones a periodistas.

Los principales eran los de Fidanza, Suárez y Víctor Hugo Morales. Curiosamente, sólo el uruguayo logró que haya proyectos para repudiar su mal momento firmados por diputados del Frente para la Victoria.

Uno de ellos está subscripto por la presidenta de la Comisión, la cordobesa Mónica Gutiérrez, quien le puso un freno a la propuesta de Alonso por tratar individualmente todos los proyectos, aunque destacó el suyo sobre el relator de fútbol.

“Creo que tenemos que tratar cada uno y continuar con la tradición de esta comisión, que es repudiar los ataques a los periodistas”, simplificó Alonso, quien presentó pedidos de repudio tanto por el escrache a Fidanza y Suárez como por las agresiones a Víctor Hugo.

Su propuesta incomodó al kirchnerismo. Para escapar del tema, Gutiérrez introdujo el debate sobre cuándo debían considerarse periodistas y cuando no, aludiendo al santiagueño.

Alonso le recordó que los organismos internacionales repudian los ataques a la libertad de expresión en todos los niveles, pero el debate ya estaba desvirtuado y varios diputados comenzaron a abandonar la sesión. Y la Cámara de Diputados siguió sin expresarse en contra de la agresión a periodistas.

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